El simple hecho de que muchas prácticas artesanales todavía existan es un testimonio de la perseverancia y del compromiso de los artesanos. A diferencia de las tendencias en movimiento rápido de los comercios internacionales y de los mercados de consumo, las tradiciones artesanales se mueven muy lentamente: han emergido de su entorno local único y han sido afinadas a lo largo de años de práctica, reflexión y revisión cuidadosa. El conocimiento se ha transmitido de una generación a la siguiente, creando relaciones profundamente conectadas entre las personas y su entorno natural. Las artesanías son más que simples objetos decorativos; encarnan las cualidades únicas de la maestría artesanal, y muchas veces representan elementos importantes de la identidad cultural.